Carriola. José Luis García Portela. 07.08.22
Esta publicación es de interés para todo aquel que venga de turismo a Galicia y oiga esa palabra de boca de un gallego
Estos días, un programa de una televisión nacional ha descubierto que los gallegos usamos la palabra "Fodechinchos" y, erróneamente, afirma que ha surgido para calificar a los participantes en la Peregrinacion Europea de Jóvenes.
Los 12.000 católicos que han llegado a Compostela en estos días han sido el origen de numerosas protestas de los santiagueses. Quejas que también han tenido un gran eco en redes sociales. De ahí que, cuando los periodistas han visto que muchos llamaban "Fodechinchos" a estos jóvenes han pensado que es un neologismo creado para la ocasión. Y no es así.
La palabra "Fodechinchos" surgió en Cangas do Morrazo (La villa frente a Vigo, al otro lado de la ría) en los años 70'.
Es una palabra que recuerdo desde niño, usada especialmente en verano y en ambiente de playa.
Esta zona de O Morrazo, en las Rías Baixas, dedicada tradicionalmente a la pesca, recibe cada año a miles de turistas. Algunos de ellos no siempre corresponden con respeto a la hospitalidad y muchos, sin especificar origen, se comportan con mucha prepotencia y chulería.
Pues bien, lo de "Fodechinchos" surgió como una forma de calificar a los turistas, especialmente a estos últimos, con un término que solo nosotros pudiésemos entender y a ellos confundiera.
La palabra "Fodechinchos" está compuesta por "Fode", que significa jode (en la acepción de robar), y "Chincho" que es como se llama a los jurelitos pequeños, tan ricos fritos.
O sea, un "Fodechinchos" es alguien que roba jurelitos.
¿Como surgió?
Había un arte de pesca tradicional, ya prohibida, que se llamaba "Rapeta". En ella, desde un bote cercano a la playa se desplegaba una red. Esta era arrastrada por los marineros desde tierra, tirando de unos cabos en sus extremos. De esta forma, los bancos de peces que nadan en aguas someras cercanas a la costa, se ven cercados y llevados a la orilla. Cuando están ya allí, apelotonados y brincando en tan poco espacio, es cuando se recogen en cestos, capachos...
Pues bien, como esta actividad se desarrollaba en las playas (Yo la he visto en Loira, Marín), durante el verano tenía que convivir con el turismo.
A los veraneantes de interior, ver todo ese despliegue de redes y las dos largas filas de hombres arrastrándolas desde el arenal les llamaba la atención. Pero lo que ya les maravillaba era ver surgir entre las olas ese tesoro bullente y plateado.
Se acercaban, y casi sin pedirlo, se apropiaban de algo de pescado. Los marineros dejaban hacer, y permitían recoger ejemplares pequeños de escaso valor comercial. Como los "bolos", unos largos pescaditos que están deliciosos al freírlos. Con ellos, los "chinchos", "xoubas" (sardinillas) y otras especies de poco tamaño.
Lo malo es que, como ocurre en los bancos marisqueros, el turista cree que por coger un puñado de almejas o berberechos no hace daño. Pero cuando son decenas o cientos haciéndolo, se convierte en expolio.
Con los peces de la "rapeta" ocurría lo mismo. Primero se acercaba un turista tímidamente, pero luego los demás iban atreviéndose y traían los cubos de playa del niño, bolsas, las toallas, camisetas...Cualquier cosa con la que poder llevarse el pescado a casa.
La última vez que vi eso, allá por los 80', de lo poco que habían recogido los marineros, la rapiña del turista abusón se había llevado un tercio.
Y de ahí surgió el término. "Fodechinchos" que viene a definir al turista que abusa de lo que se le ofrece, de la hospitalidad. No respeta a quien le acoge, ni al entorno, costumbres, cultura y lengua propia del lugar.
Ese turista chulo que aparca en la rampa de un puerto, despreciando a la Luna y a las mareas. El turista que no respeta el sueño de los vecinos, que no hace nada por intentar conocer y adaptarse al lugar donde pasa sus vacaciones. Que se cree con más derechos que los residentes porque él viene de una ciudad grande y los "aborígenes" somos unos paletos.
También son "Fodechinchos" los que se ofenden por señalizaciones en un idioma que no es el suyo. Algo que jamás les ha ocurrido en París o Estambul.
La mayoría de los que nos visitan, son gente educada y respetuosa, con ganas de conocer Galicia, que aman nuestra tierra y por ello retornan. A los otros, los que se creen que la credencial de turista (o peregrino) es un salvoconducto para la chulería y la provocación, que no les extrañe que les llamen "Fodechinchos". Es lo mas suave que tenemos en un idioma harto imaginativo y divertido en epítetos ofensivos. ?
Felices vacaciones a todos, con respeto y cordialidad.
Me voy, que se me enfrían los chinchos.