Carriola.Redacción.16.01.23.
“Las caras del Valle del Omo” el el título genérico de la exposición que Beatriz Cabanelas hace de sus obras y que fue inaugurada con la presencia de la alcaldesa y numerosos vecinos que admiraron la calidad de las obras expuestas.
Según la información aportada sobre esta muestra, “El valle del Omo, en el sur de Etiopía, es tierra de ritos y venganzas. Hogar de los suris, bodis, daasanaches, karos, mursis, arbores o nyangatoms, últimas tribus que todavía subsisten y que han vivido durante siglos protegidas del mundo exterior.Atesoran una gran riqueza cultural encarnando una de las diversidades genéticas más grandes del mundo.
Las caras del Valle es solo una pequeña muestra de la belleza y singularidad de sus gentes.Rostros que reflejan distintos orígenes y formas de vida únicos. Difieren en el idioma, la vestimenta, la comida, los cultos y las tradiciones; que se han ido gestando desde tiempos inmemoriales. Miradas distintas pero que tienen un nexo común incuestionable: todas ellas transmiten nobleza y valentía para afrontar la adversidad, legado de sus ancestros.
En este territorio de África la vida la marca el ritmo del río, a veces lento y suave, a veces violento y destructivo.Un mundo detenido en el tiempo pero bajo la amenaza de la globalización y los aires de cambio”.
La fotografía Beatriz Cabanelas González, de afición a pasión
Beatriz Cabanelas se confiesa apasionada de los detalles. “Siempre me ha gustado la fotografía que te ofrece esa capacidad de detener el tiempo para poder luego rescatarlo de nuevo, brindándote la opción de volver a sentir y revivir” y sobre todo que su amor por la imagen pasó de afición a pasión harà unos diez años, “Y fue cuando al comprar mi primera réflex decido apuntarme a un curso de iniciación a la fotografía, que me atrapa sin ambages y sin retorno. Desde entonces nos hemos hecho inseparables y fieles compañeras de viaje, otra de las grandes motivaciones en mi vida”.
La fotógrafa artística afirma que se encuentra en permanente aprendizaje y buscando distintos enfoques y asegura estar “Rendida tras el objetivo, se ha convertido en uno de los motores esenciales de mi universo llenando muchos espacios que con los años se van quedando vacíos, forjando amistades y creando nuevas ilusiones”.
La exposición permanecerá abierta al público hasta el próximo d+ia 4 de febrero en las salas del Museo Manuel Torres a donde se puede acceder libremente en las habitules horas de apertura.