Unas 1000 personas pudieron disfrutar del espectáculo, aunque el acceso al interior del recinto estaba limitado a poco más de 800 espectadores
Carriola. Redacción. 19.09.21
Tal y como estaba previsto, con estrictas normas de acceso y aforo limitado al recinto de la plaza do Regueiro, a las diez de la noche de ayer dio comienzo una verbena que significa para el mundo de la verbena la gran esperanza de ir volviendo a recuperar la normalidad económica perdida por culpa de la pandemia y para el público la oportunidad de recuperar la oferta lúdica que existía antes de que apareciese en nuestras vidas aquel virus procedente de China que en Marzo de 2020 paralizó completamente el país a excepción de los servicios esenciales marcados por el Gobierno de España.
Ofreció París de Noia, cómo no, un espectáculo brillante que hizo las delicias del público existente. El evento, además, provocó el lleno en los negocios de hostelería de la zona, que se vieron en algunos momentos desbordados por la gran afluencia de gente que iba y venía pidiendo bebidas, bocadillos y "avituallamiento" necesario para reponer fuerzas después de perderlas en los bailes de la música que la orquesta ofreció durante su espectáculo.
En general, y salvo algunos casos aislados, se respetaron las normas tal y como se pedía en el llamamiento hecho hace dos días por el Ayuntamiento de Marín, que confía y desea, como todos, la reactivación progresiva de las actividades lúdicas populares. La verbena finalizó hacia la una de la madrugada.