Carriola. J.S.P. 31.10.21
No hace mucho comentamos en Carriola la sospecha de que el Concello pretende hacer un carril bici por el Vial de Playas, ancho y cómodo, para que pasen por él cuatro bicicletas al día y en domingo, porque es lo que se puede contar ahora mismo en el tramo que va desde el antiguo hospital militar hasta Portocelo, tramo que un gobierno anterior, por entonces socialista, se empeñó en poner sin conseguir que por él pasen bicicletas ya que, las pocas que por allí circulan, prefieren ir por la calzada, eliminando a la vez todo el tramo de aparcamientos desde la última garita hasta la playa misma, para fastidiar a las familias que van en coche a darse “un chupo” en verano a nuestros arenales.
En aquel comentario del otro día, dejamos la sospecha de que, el actual gobierno local, esta vez del PP, quiere ir mucho más allá y llegar hasta Aguete, nada menos, con un carril bici más ancho y cómodo lo cual va a eliminar, irremediablemente, el estacionamiento en toda una banda de la calzada y, las familias, que ya en la actualidad no encuentran aparcamiento tras dar vueltas al circuito, se verán “negras” para poder ir con niños, sombrillas, sillas y las bolsas en las que se llevan toallas, ropa o el mismísimo bocata para el almuerzo o la merienda.
Es posible que el proyecto ese de “sostenibilidade” con el que se llenan la boca gobernantes y técnicos de la empresa que prepara el estudio, tenga alguna solución extra, como podría ser la retirada del monte de la margen izquierda o poner una plataforma sobre el mar por la derecha. Siendo así, estaría hasta bonito, mire usted, pero como eso es una quimera imposible, salvo que lo demuestren ahora, antes de meterse en el fregado, mucho nos tememos que el dichoso carril bici con el que quieren presumir de servicio turístico, encabrone a las familias sobre todo a las marinenses, que después de todo están en su pueblo, cada verano.
Hace unos años el vial de playas era de dos sentidos de circulación y, cuando un coche circulaba hacia Marín se armaba un guirigay de primera con atascos enormes y desesperación de los que iban o venían, lo cual quiere decir que por allí solo cabe en la actualidad un coche respetando, a un lado y a otro, a los vehículos estacionados. Y si se coloca ese carril bici tan moderno y turístico, se volverá a estrechar el vial de tal modo que seguirá pasando una fila de cientos de coches que, mirando a la derecha, verán un carril inutilizado porque, salvo algunos paseantes o deportistas, nunca irán a la playa las familias en bicicleta por mucho que diga la encuesta esa que nos quieren poner por delante para ir avisando del desfalco que supondrá esa idea.
Un servidor podría servir de ejemplo. Con un taco de años a la espalda, esposa y varios nietos que acostumbro a llevar a la playa, no estoy dispuesto a comprar tres bicicletas grandes, una mediana y, si acaso un triciclo, que sería lo necesario. Una de las bicicletas, al menos, tendría que llevar un cestón de panadero como antiguamente, para transportar el material de playa y tratar de mantener la fila familiar unida, subiendo por la cuesta de la Rúa do Forte y hasta el alto del hospital, con cientos de bicicletas por delante y otras acaso impacientes por detrás que tratarían de adelantarnos. Al llegar a la playa, llevaríamos las bicicletas al arenal, porque no me fío yo de la seguridad de este país, y la ventaja es que podríamos hacer con ellas un cercado en cuyo interior extendiéramos las toallas. Otra cosa es cómo llegaría un servidor a la playa con mis años encima y carencias que no tengo por qué describir.
Claro que a mí nadie me hizo la encuesta esa de que habla “Proyestegal” o el mismísimo concello y por eso expreso en Carriola, o donde sea, mi opinión con la que además quiero alertar a la ciudadanía de las consecuencias de esta intención de nuevos ricos turísticos. Para encuestas, en este país las del ínclito Tezanos, que no acierta una aunque se empeñe, pero cumple la misión encomendada por quien encomienda la misión. ¿Estará ocurriendo algo parecido?
Pues igual sí.