Carriola.Redacción.31.10.24
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Eran veinticinco y aún se denominaban "Guardias Municipales" o, para abreviar, "Municipales", simplemente, que por aquel entonces no necesitaban ni coches ni motos porque Marín era muy pequeño, con un tráfico ínfimo y sin ladrones, ocupas ni botellones que perseguir o vigilar. Pateaban las calles y se apostaban en los cruces para dirigir la circulación. Su principal cometido, al menos en opinión de los niños de aquellos años, era tratar de quitar la pelota a los chavales que jugaban en la calle, y formaban parte del paisaje ciudadano por su presencia continua.
Cada año participaban en las procesiones de Semana Santa, en las del Corpus o en La Patrona así vestidos de gala, con sus jefes a la cabeza, el señor Andión y su segundo, Jesús Lamela desfilando con elegancia y vestidos de gala. Y debió ser en una ocasión de esas en que, aprovechando que estaban todos, se hicieron esta fotografía que rondará los cuarenta años de antigüedad en la fachada del Concello.