Son eventos totalmente autorizados, tanto por el gobierno local como por la Policía. Una persona controla el estricto cumplimiento de las normas en la terraza.
Carriola. Redacción. 27.06.21
Un nuevo formato de evento, según nos explica Rafael, propietario del Bar Lelé y vicepresidente de Hoempo, admitido totalmente por las autoridades y en el que todo el mundo debe cumplir estrictamente las normas sanitarias para evitar contagios. A las nueve de la noche durante los fines de semana un DJ se pone manos a la obra haciendo las delicias de los clientes que sobre todo deben permanecer sentados. Un controlador uniformado, además vigila que se cumplan las normas y que nadie se las salte, condición indispensable de la Policía Local para haber dado autorización para la realización de este tipo de pequeños eventos que, lógicamente, tienen mucho menos peligro de transmisión comunitaria de la enfermedad de coronavirus que por ejemplo una verbena, mucho más multitudinaria.
Rafael espera que todo se vaya desarrollando con normalidad este verano tanto en Marín como en Pontevedra, en donde cuenta con otro local de hostelería, y que los negocios de ocio vayan recuperando el pulso perdido durante todo el tiempo que han durado las restricciones a la población.
Nuevas normas que no deben hacernos caer en el olvido de la peligrosidad del Covid´19
Desde el día de ayer vivimos con importantes novedades en cuanto a normas se refiere: ya no es obligatorio el uso de mascarillas en exterior, siempre y cuando se pueda mantener la reglamentaria distancia de metro y medio entre personas no convivientes, tampoco en espectáculos o eventos al aire libre con el público sentado a más de esa distancia, y entre convivientes sin tener en cuenta la distancia entre ellos; sigue siendo obligatoria en espacios cerrados de uso público y abiertos al público, en transportes públicos de no convivientes, y por supuesto en eventos multitudinarios con público de pie. El Gobierno de la Xunta ha recomendado a todos los ciudadanos llevar una mascarilla encima por si, aun en caso de pensar que no se necesita se diera alguna circunstancia que la hiciese obligatoria por la imposibilidad, por ejemplo, de mantener las distancias.
Las autoridades recuerdan, sin embargo, que aunque las restricciones y obligaciones se van relajando conviene no perder la perspectiva de la peligrosidad del virus y la pandemia en general; a la vista tenemos el ejemplo de Mallorca, que convertido en destino de viajes estudiantiles de fin de curso ha resultado ser un foco de consecuencias impredecibles en número y que ya afecta a 2200 personas y a ciudadanos de ocho comunidades autónomas.