Se llama Celestino Arias Sobral y sus apellidos son lo suficientemente conocidos como para identificarse plenamente con Marín. Su padre, es Celestino Arias y su madre Rosa Mary Sobral, residentes en Estados Unidos, pero eternamente ansiosos por estar en Marín como cada año aunque en el 2020 y en el presente, de momento, no han podido viajar a su tierra natal, como hacen siempre, por causas del Covid maldito.
Celestino Arias (hijo) es todo un personaje en el ámbito religioso porque, a pesar de su evidente juventud, se encuentra ubicado en la cúpula mundial de los Franciscanos Capuchinos, con residencia en Roma. Fue elegido hace un año aproximadamente en la “Curia Generale OFMCAP (Consejo General)” y ostentará el cargo, desde entonces durante al menos seis años sin que pueda establecerse un límite de ascensión en la Orden de este joven valor que vivió su infancia en Marín pero tiene en América su formación para llegar a tan alta estima y responsabilidad de su Orden religiosa. Es doctor Honoris Causa por la Universidad de Boston, título con el que se le reconoce su labor personal al lado de los compañeros de su orden religiosa, en pro de la numerosa comunidad de inmigrantes caboverdianos en un difícil barrio de New York. Se da la circunstancia de que nuestro paisano se enteró de la concesión de tan honroso como importante título al regreso de una misión en África.
Ayer cumplió cuarenta y pocos años y desde aquí queremos hacerle llegar la felicitación de sus paisanos por medio de La Carriola de Marín.