Carriola. Redacción. 04.08.22
Entró en este cuerpo municipal en el año 1986 y lo deja este viernes a las dos de la tarde tras 36 años de servicio
El momento de la jubilación de una persona es un día de sentimientos encontrados. Por un lado está la felicidad de saber que después de toda una vida al servicio de la gente, según la profesión que uno tenga, es el momento de descansar. Por otro, la melancolía de tener que dejar a los compañeros a los que el trabajador ya no verá todos los días ni trabajará cotidianamente con ellos.
Es el caso del Oficial de Policía Local Andrés Amaro Pérez, de sesenta y un años de edad, que ingresó en el cuerpo en el año 1986 y lo deja después de haber servido a la población durante 36 años, toda una vida laboral.
Hemos sabido que sus compañeros están preparando un evento para despedirle, en forma de comida o cena, en el que saldrán al recuerdo un montón de anécdotas de toda su carrera policial y seguramente habrá algún regalo que sirva para recordarles.
Por nuestra parte, desde Carriola, deseamos a Amaro un dulce y merecido descanso junto a los suyos y le agradecemos la labor ejercida durante todo este tiempo en la Policía Local marinense en la que deja una imborrable huella.
