Carriola.Redacción.12.11.22.
El pasado día 27 de octubre Carriola de Marín anunciaba la inmediata detención del individuo que, supuestamente, se dedicó durante el verano a quemar los contenedores de residuos en diversos puntos de la localidad poniendo en riesgo casas y personas además de causar daños considerables.
Y la noticia se cumplió a la siguiente madrugada cuando la Policía Nacional de Marín procedió a la detención del joven de 18 años que presuntamente es el autor de los fuegos por los que ahora tendrá que responder y no le será barato porque al coste de las islas de contenedores, se le sumarán los daños en fachadas que, en algunos casos han sido muy considerables.
Tras las operaciones de investigación llevadas a cabo por agentes de la Policía Nacional de Marín se llegó a la conclusión de la autoría de los peligrosos incendios y a la detención del supuesto autor que se hizo al día siguiente de la publicación en Carriola de la práctica identificación del individuo que publicamos el mismo día 27 de octubre último.
Notificado para el juicio
Según pudimos saber en Carriola, el joven muestra ciertos problemas de estabilidad y más aún acuciado como está en estos momentos por el sentimiento de culpa agravados porque, al parecer, le fue notificada la fecha del juicio lo que le ha causado una crisis por la que ha tenido que ser atendido para evitar males mayores.
Buen trabajo del grupo operativo local que con sigilo pero con acierto, consiguió esclarecer un problema que empezaba a preocupar y mucho por lo fàcil que es prender fuego en un contenedor y el peligro que ello suscita para vehículos próximos e incluso viviendas que, como en este caso, han quedado algunas, afectadas por las llamas y el humo y no fueron a más gracias al esfuerzo de los servicios públicos a la hora de reducir y apagar los fuegos provocados.
El joven en cuestión se encuentra en situación de libertad aunque pudiera estar ingresado en algún centro sanitario pero, según las fuentes consultadas se trata de un individuo mayor de edad al tener 18 años cumplidos que parece no haber negado su pasión por el fuego y que, con esa mayoría de edad, se verá abocado de algún modo a responsabilizarse de los daños en el caso de que a nivel judicial se le considere responsable definitivo teniendo en cuenta sus condiciones mentales.