Desde el pasado viernes se ha relajado un poco la tensión respecto a la pandemia. Lo que ocurre es que el bicho no se ha ido, continúa en el ambiente a la búsqueda continua y constante de nuevas víctimas. Nos avisan de que no nos relajemos con esto de las fiestas que vienen, como la Semana Santa, que no deja de ser una amenaza porque está claro que todos tenemos verdadera ansia de salir y disfrutar, recuperando nuestra antigua vida “normal” que, también nos lo dicen continuamente, tardará bastante. En nuestra mano está, hasta cierto punto, evitar otra ola que sería la cuarta y muy perjudicial en todos los campos.
Y como no hay mejor concienciación que vivir una experiencia, aunque sea en la piel de otros, vamos a recuperar, con el permiso de la página oficial del Concello, un vídeo en el que José Gil, un tremendo deportista especialista en andainas de mucho empaque, y también un gaiteiro de primera, defensor de nuestra más genuina tradición musical y folclórica, nos cuenta su amarga experiencia que le tuvo muy al borde de la vida misma. Escuchémosle con atención porque vale la pena. Gracias Gil y en hora buena por haber conseguido salir de semejante situación.