Los falangistas marinenses al mando de “Bruno el Alemán” construyeron un bunker en aquella ciudad en el año 1936
Carriola.Redacción.24.04.21
Nos llega desde nada menos que Castellón una curiosidad que merece ser compartida en Carriola de Marín porque nos relaciona directamente con aquella ciudad en un aspecto poco edificante relacionado con la Guerra Civil del 36. Nuestro colaborador habitual Alfonso Díaz que se encuentra allí para participar en una actividad de cocina que es lo que más le entusiasma en su vida, se topó de frente, dentro de un bunquer levantado en los ignominiosos años de la guerra civil donde aparece la inscripción “Fue construido por la centuria de zapadores de Falange de Marín, dirigida por Bruno Schweinger más conocido por “Bruno el alemán”. Elemento que organizó la represión en Marín en Julio de 1936”.
Un siniestro personaje nazi
Hemos oído hablar del tal “Bruno el Alemán” a nuestros mayores que vivieron los horrores de la guerra y el tiempo de la represión generada por la victoria de unos sobre los otros con víctimas que mucho nos hace pensar que murieron ante los pelotones de fusilamiento o en cualquier punto siniestro como A Raña, A Revolta, Cruz da Maceira… sin dejar ni rastro después porque en muchos casos acabaron en las cunetas. Personalmente recuerdo a mi abuela q.e.d. que siempre evitaba hablar de la guerra civil y sus consecuencias que había sido muy pocos años antes de mi aparición en este mundo. Y en todas sus lamentaciones aparecía el siniestro “Alemán” que solo con oír su procedencia ya producía pánico.
Celso Milleiro, historiador e investigador de los avatares vividos en Marín de aquella, en una publicación de la revista NOS, se refiere a este individuo tras mencionar que en el 36 la Falange tenía en Marín no más de una decena de integrantes, y destaca la presencia “de una figura infame, el ingeniero Bruno Schweiger, natural de Munich (Alemania) que llegó a Marín en el año 1935 para construir, junto con su hermano, un pequeño muelle de hormigón en Cantodarea”. Además, en la misma publicación. Milleiro indica también “No sabemos exactamente cuántas muertes pasaron por sus manos, atribuyéndose en Marín, al menos, las de José García Bustos, Raimundo Rodríguez Neira y Carmen Pesqueira Domínguez. Su huella también se vio en otros puntos del Morrazo, especialmente en Moaña”.
Pues, por lo que se ve, no contento con sus acciones en Marín se llevó a sus zapadores a otros puntos de la geografía Española para hacer el mismo o peor daño en el transcurso y seguramente después, de la Guerra fraticida.
Aquí queda reproducido en una foto, el “monumento” por el que se nos conoce en Castellón, lamentablemente.
