El Gobierno local empleará parte del remanente de sus cuentas en la conversión de la zona en un aplaza pública.
Carriola.Redacción.12.05.21
El historial de la fallida plaza de abastos de Cantodarea da para una novela. Es un edificio en columnas, placa y media y nada más, que “luce” en el límite mismo entre Marín y Pontevedra, al borde mismo de la carretera general “antigua” y pasa del medio siglo el tiempo que lleva esta pseudoconstrucción ofreciendo el penoso espectáculo urbano, nada menos.
Desde que se inició la obra empezó también la polémica. Era evidente que con otra plaza de abastos, la de Estribela, a menos de 200 metros, iba a resultar poco rentable, amén de los problemas de la propiedad que se decía pertenecía a varias familias que se disputaban sus derechos sobre el terreno cuando se quiso hacer algo alternativo allí. Se habló en alguna ocasión de convertirlo en un centro cultural o social pero, sea por los motivos que fuere, nunca se consiguió dar un paso al frente para eliminar el adefesio y dedicar el terreno a algo útil y positivo. El gobierno bipartito tratando de mejorar algo aquel entorno, creo una zona ajardinada delante de la construcción e impulsó el significativo graffiti que recoge una leyenda marinera de la zona, pero de ahí nunca se pasó en forma “seria” para arreglar el desaguisado
El gobierno de María Ramallo dispuesto a solucionar el tema
Pues ayer, desde el concello, se informó que el fallido mercado de Cantodarea va a ser eliminado próximamente y así lo decidió la Junta de Gobierno Local que aprobó el proyecto de demolición del esquelético inmueble con lo que se pretende ganar un nuevo espacio de esparcimiento para el vecindario de la zona eliminando este lamentable feísmo urbano en el populoso barrio de Cantodarea.
Cincuenta y siete años esperando y próxima licitación
Según indica la información municipal, “A construción deste edificio prantexouse en 1964 para Mercado de Abastos e consta dunha planta de baixo rasante, unha planta baixa e outra alta, cunha estrutura formada por muros de formigón e piares, con vigas de gran canto e losas, e o Concello iniciará o procedemento de licitación cun investimento base de case 140.000 euros,
inversión que se realizará con cargo ao remanente de Tesourería co que conta o Goberno local, que se está a repartir en distintas actuacións relevantes para a vila marinense pois, xunto a esta demolición e urbanización do espazo, actuarase na reforma do primeiro andar da Casa do Mar para convertela nun Centro de Día: levarase a cabo a pavimentación de Ponteporto e iniciarase o programa de formación para a economía local, Reactiva Marín.
El Gobierno Local estima, y no le falta razón si tras cincuenta y siete años se consigue modificar el adefesio, que el proyecto va a significar un cambio de imagen importante en esta zona de Cantodarea pues, con la desaparición de la estructura se iniciará un proyecto de urbanización y embellecimiento de la plaza. Abundan en que “Dada a parte de sótano que ten o edificio, será preciso realizar en recheo para chegar á altura da beirarrúa e o noso obxectivo é poder configurar un espazo urbano novo, que poida ser utilizado pola veciñanza, que permita embelecer esta parte do barrio e que supoña, en resumo, unha actuación de loita contra o feismo”.