Carriola.J.S.P..22.05.22
Está que arde el tema de Cantodarea como arde también en otros lugares cercanos y lejanos por parecido motivo. La conflictividad que imponen algunos vecinos sobre los demás y, curiosamente, siempre los que llegan sobre los que llevan en el barrio toda la vida, es el eje de la movida que se origina entre el vecindario buscando justicia o, al menos, amparo que es o menos que puede pedir un ciudadano de bien
Que los vecinos afectados por la incómoda situación en Cantodarea estén preocupados o con verdadero miedo, es algo más que justificado. Que las Policías, tanto Local como Nacional, justifiquen su aparente inacción, es absolutamente comprensible porque, los medios y las razones que les da la Ley son tan ridículos y lamentables que así nos va a los ciudadanos y no se la pueden jugar porque igual reciben una sanción de esas que marcan la vida de uno para siempre; Que los jueces hagan cosas que, desde fuera, no entendemos cuando las cosas están más claras que el agua, tampoco nos puede extrañar mucho porque la Ley no la hacen ellos y los resquicios o grietas que tiene, en muchos casos que podríamos enumerar aquí, son aprovechados por los hipotéticos delincuentes que se la saben toda, como se demuestra cada día.
La cosa viene de mucho más arriba, de quienes están en el Gobierno, en el Congreso de los Diputados, en el Senado o allí donde se cuecen las normas que pueden enderezar la vida de la sociedad. En los últimos años se ha visto cómo muchas leyes se decantan por la laxitud. Por ejemplo, ocupar casas no es el delito que casi todos consideraríamos aunque dejen a una anciana en la calle al regreso de una operación quirúrgica que la tuvo un mes en el hospital. La solución es que duerma meses o años, en la puerta de la casa encima de un colchón mientras quienes se le han metido dentro disfrutan no sé cuánto tiempo de sus enseres, de su hogar y hasta le vendan la cocina o los tubos de cobre de las conducciones de agua; Violar cobardemente entre cuatro o cinco indeseables a una joven aunque sea menor de edad no es suficiente para que, una vez detenidos se pongan a la sombra de inmediato y, en cambio, los echen a la calle para que sean recibidos como héroes por sus familiares...¿quién lo entiende?...pero es la Ley y sus resquicios
Con frecuencia se lee o escucha esa frase denigrante que asegura que “La Ley en España es un cachondeo”. La frase en sí resume el sentir de muchas, de muchísimas personas, ciudadanos que votan cada cuatro años pero su contenido es injusto porque la Ley es la Ley y “cachondos” solo lo pueden ser los que la redactan después de sesudas jornadas en las que se acaba premiando al culpable cuanto más mejor.
Que no se pueda cortar de raíz acciones violentas, y de entre ellas las ocupaciones de casas que no son de quien rompe la cerradura y se cuela en ellas, es una verdadera vergüenza. Y eso de acumular denuncias para que la autoridad policial pueda actuar en algún momento, es otra porque, ¿cuánto cuesta una actuación policial? ¿Tres moratones y un ojo hinchado? ¿Un fémur roto, una brecha en la cabeza y una patada en la cara? ¿Acaso un navajazo en el abdomen? ¿O quizás un poco más arriba para dejar fané al vecino que lleve pidiendo auxilio durante meses aunque le hayan entrado en la casa con violencia?.
Ni Ayuntamiento, ni Policía, ni acaso, jueces... Es posible que todos estos podrían actuar con más intensidad siempre dentro de las Leyes pero, las Leyes, son las normas que vienen de arriba y ahí es a donde hay que reclamar esa Justicia.
Y reza para que no te toque “la lotería”. Amén
