No sé cuántas quejas he escuchado desde hace treinta o cuarenta años en que esta casa está deshabitada siendo como es un edificio singular marinense que encierra entre sus muros mucha de la historia local del siglo XX. Fue construida sustituyendo a la casa que fue de Méndez Núñez y en su planta baja estuvo ubicado un famoso café cantante. Albergó durante un tiempo el Casino de Marín y después se convirtió en el local del Auxilio Social hasta que ya pasada gran parte de la postguerra, se instaló allí el comercio de electrodomésticos de Pais que adquirió una gran fama por el servicio que prestaba a sus clientes tanto en la venta de todo tipo de aparatos, como en las instalaciones eléctricas que sus operarios hacían en las casas del pueblo. Con el paso de los años la firma de electrodomésticos Baladrón se instaló allí luego de la regencia del local por parte de José María Pais, hijo del fundador de la firma. También acogió en una de sus plantas la muy conocida Pensión Adela.
El edificio ha ido entrando en práctica ruina porque las casas, cuando se deshabitan, parece que lo sienten de modo especial y por su situación y singularidad, no faltaron intenciones a los grupos políticos de Marín que empezaron a sopesar la posibilidad de adquirir el inmueble llevando casi todos ellos en sus programas electorales la posible adquisición y, el que no, siempre tuvo algún momento de proponerla.
Actualmente el edificio presenta serios síntomas de ruina y hasta ha tenido que ser protegido para no causar daños por desprendimientos. Hace unos meses se sonó que, por fin iba a ser remozado pero pasa el tiempo y todo sigue igual, o peor. Lo cierto es que, por el valor económico que se le ha dado desde la propiedad, el ayuntamiento no ha hecho mucha fuerza para su adquisición y ahí tenemos el bochornoso espectáculo y el latente peligro hasta que Dios quiera. Una pena.
