Carriola.Redacción.15.11.22
Desde que hace unos años nos invadió el temible insecto conocido por “Picudo”, la preocupación de los responsables polìticos o técnicos de las palmeras que hasta no hace mucho se expandían por todas partes, es tratar de evitar su desaparición atacadas por este bicho que se ha hecho fuerte en la zona desde el momento de su invasión.
Y la concejala marinense de jardines, Cristina Acuña explicó ayer el tratamiento que se lleva a cabo en las labores de defensa de las palmeras para evitar su segura muerte en el caso de verse afectadas por la presencia del picudo. Acuña explica que se realizan varias fases del tratamiento necesario : “Por unha banda - manifiesta - a cada exemplar se lle practica a endoterapia, un tratamento de inxeccións no tronco a principios da primaveira; Despois, cando chega o verán, aplícase un tratamento fitosanitario de reforzo consistente nunha ducha química cunha serie de productos autorizados para as palmáceas e, finalmente, cando vai entrando o outono, repítese este segundo paseo pero con nematodos, un produto que serve de antíxeno biolóxico contra esta praga”.
El picudo ataca directamente al corazón de las palmeras
La acción del tratamiento anual se lleva a cabo en las palmeras existentes en Portocelo, en la alameda Rosalía de Castro, en el Parque Eguren y en el Parque Azul y con ello se esta consiguiendo mantener vivas las palmeras que, de abandonar este proceso, podrían tener los días contados.