Tal día como hoy fueron expulsados del Forte de San Fernando los franceses de Napoleón.
El día cuatro de abril está marcado en la historia del pueblo marinense a sangre y fuego, no en vano, muchos marinenses y morracenses en general, dejaron su vida en aquella fecha en que, como ocurrió en otras localidades del entorno, se puso fin a la presencia abusiva de los franceses. El libro “Pequeña Historia de Marín” del profesor José Torres Martínez, dedica un amplio capítulo a recordar la efemérides, de la que se va sabiendo cada año un poco más, gracias al empeño de la “ADEMAR” y el creciente compromiso del concello que dedica un mayor esfuerzo en los últimos años a difundir la gesta de Gago de Mendoza y sus “Alarmas do Morrazo” en fecha como la del 4 de abril de 1809, no hace tanto.
Pero vamos a rescatar del libro de don José Torres los datos concretos que él maneja magistralmente, partiendo de la finalización de la gesta de Vigo en parecidas circunstancias en la que también tomó parte Gago de Mendoza, dice Torres de él “marinense esforzado y valiente, apasionado por la libertad de su pueblo que se propuso liberar a Marín del ignominioso yugo francés, bajo el que gemían oprimidos sus convecinos sufriendo las más penosas humillaciones”.
Sitúa el profesor a las fragatas inglesas “Venus”, “Ligely” y “Astatira” que proveían a los paisanos de la comarca de armas y apoyaban a las llamadas “Alarmas de Morrazo” quienes el día 4 de abril de 1809, capitaneados por Gago de Mendoza, se disponían a llevar a cabo la recuperación de la villa de Marín y, puestos de acuerdo con las tripulaciones de los navíos ingleses y con la colaboración del comandante de marina del puerto, Francisco Oliver, deciden atacar el fuerte de San Fernando donde se alojaba la guarnición francesa que ocupaba la villa.
Fue un ataque simultáneo, por tierra y por mar. Las fragatas soltaron varios esquifes con tropas de desembarco y armados incluso con cañones que se dirigieron a la playa de la Almuíña, desembarcando y emplazando las piezas de artillería en lugares estratégicos. Fuego de cañón al amanecer contra el castillo y ataque del personal de los esquifes, se completaron con el ataque realizado por los paisanos apostados en los promontorios de la Pesqueira y Laxe dos Bolos cayendo en tromba sobre el fuerte cuyos muros escalan con increíble valor y agilidad.
Casa de Gago de Mendoza en Aguete, con su escudo
Los franceses hasta aquel momento tranquilos, se sorprenden por las muestras de valentía a la vez que se ven cercados dentro de los estrechos pasillos del castillo. Deciden salir al exterior y se forma una verdadera batalla en la que pierden la vida de ambas partes muchos contendientes pero, al amanecer, los franceses deciden rendirse, deponer sus armas y entregarse como prisioneros. Veinte fueron las víctimas mortales francesas y 78 los prisioneros hechos por el ejército popular y entre ellos sus jefes pero, dos soldados, lograron escapar hacia Pontevedra en donde informaron al jefe de la guarnición que se vio muy contrariado y preocupado por la derrota sufrida en Marín. Esa preocupación le llevó a un mayor desastre porque decidió volver a Marín con nada menos que ciento cincuenta hombres armados hasta los dientes para dar un escarmiento al pueblo y también a las fragatas inglesas todavía fondeadas en la ría.
Nuevo intento y segunda derrota de los franceses
Habían pasado cinco días desde la derrota sufrida en el Fuerte de San Fernando y aquel contingente francés se las prometía felices a su regreso a Marín, pero no contaban con la estrategia de Gago de Mendoza, que era consciente de la posibilidad de tal ataque. Gago ordenó sacar las armas pesadas, cañones, fusilería y demás del fuerte y las distribuyó estratégicamente por las casas que daban frente a la playa de la Almuíña y en los alrededores del Fuerte. Y cuando los franceses llegaron al arenal cayó sobre ellos el fuego de los vecinos y también de las fragatas que continuaban en las proximidades. Otros veinte soldados mueren, y quedan heridos muchos más, pero en lugar de recular, los demás corrieron hacia el fuerte, pensando que con sus cañones podrían castigar a las fragatas inglesas, pero su sorpresa fue que se encontraron con los cañones del castillo “clavados”. Los paisanos siguieron hostilizando al ejército francés que, al ver la imposibilidad de sus intenciones intentaron regresar a Pontevedra pero ya estaban esperándoles en Placeres y allí fueron capturados el capitán de la partida y catorce soldados prisioneros porque los demás habían muerto o resultaran malheridos en la batalla.
Motivo de disgusto para Juan Gago de Mendoza
Así acabó el dominio francés en Marín pero, lo que debería haber sido un motivo de ensalzamiento para Gago de Mendoza, se convirtió en un serio disgusto porque, el caudillo marinense, había actuado sin permiso del coronel Pablo Morillo, que era el jefe supremo de las fuerzas de resistencia, y en aras, seguramente, de su propia soberbia, destituyó a Juan Gago como capitán del contingente de paisanos de Morrazo que pasaron al mando del coronel Joaquín Guijarro formando ya un Regimiento.
Gago de Mendoza no cejó en su empeño de pelear la libertad y, acatando la decisión e Morillo, no se quedó quieto participando en otras gestas como la de Puente Sampaio, dirigiendo personalmente la escuadrilla de lanchas armadas que remontaron el río Verdugo.
Premio Liberación 2021
Pues hoy, día 4 de abril, celebramos aquí la gesta y será a la una de la tarde cuando se deposite en el monolito a las Alarmas de Morrazo, la tradicional corona de laurel y se entregará el premio “Liberación 2021” que será conjuntamente para las asociaciones de ayuda a los necesitados de Marín, “Amenac”, “Cáritas”,”SOS", Comedor de San Vicente de Paúl, Asociación Sor Elvira” y AECC.